Clínica Tabancura realiza vasectomía sin bisturí, una intervención ambulatoria altamente efectiva.
Esta técnica se considera el estándar a nivel mundial y utiliza un instrumental especializado que permite aislar el conducto deferente de manera exclusiva, lo que se traduce en una menor tasa de complicaciones que la cirugía tradicional.
La vasectomía es un método seguro y permanente del control de fertilidad. En Estados Unidos es empleado por el 11% de las parejas casadas y se llevan a cabo aproximadamente 500.000 procedimientos al año, siendo la cirugía urológica más efectuada.
Cada vez se realizan más vasectomías en el mundo, disminuyendo en forma proporcional el número de esterilizaciones femeninas mediante ligadura tubaria, dados el menor costo y tasa de complicaciones de la vasectomía en comparación con la cirugía femenina.
El doctor Pablo Pizzi, urólogo de Clínica Tabancura, explica que este procedimiento consiste en la sección y ligadura de los conductos deferentes que son los que transportan los espermatozoides desde el testículo hasta la uretra para unirse al líquido seminal y formar el semen. Como consecuencia, el semen deja de contener espermatozoides.
El especialista cuenta que en Clínica Tabancura se utiliza la técnica «sin bisturí», que actualmente se considera el estándar a nivel mundial y que utiliza un instrumental especializado que permite aislar el conducto deferente de manera exclusiva, lo que se traduce en una menor tasa de complicaciones que la técnica tradicional.
Realizar este procedimiento toma alrededor de 20 minutos y puede llevarse a cabo de forma ambulatoria. Lo ideal es evitar la actividad intensa por lo menos por una semana luego de la vasectomía, posterior a lo cual es posible reiniciar la actividad sexual. Los pacientes pueden retornar al trabajo en 24 a 48 horas posterior al procedimiento y la gran mayoría se siente completamente normal luego de 10 a 14 días.
«La vasectomía es un procedimiento quirúrgico con una tasa de efectividad cercana al 100%. Sin embargo, en los primeros meses posteriores a la cirugía, la pareja debe mantener algún otro método anticonceptivo, ya que pueden quedar espermatozoides vitales en el segmento del conducto deferente que queda comunicado con la próstata», advierte el urólogo.
Para declara el éxito de la vasectomía debe efectuarse un análisis de semen o espermiograma alrededor del segundo o tercer mes postoperatorio, que debe demostrar la ausencia completa de espermatozoides (azoospermia). En algunos pacientes pueden aparecer escasos espermios inmóviles, en cuyo caso debe mantenerse algún método anticonceptivo hasta repetir el espermiograma y verificar la completa desaparición de gametos. En los raros casos en que aparecieran espermatozoides móviles en el espermiograma posterior a tres meses de la cirugía, existe la indicación de repetir el procedimiento.
El doctor Pizzi plantea que las razones por las que un paciente debería considerar una vasectomía son:
- Si no quiere tener más hijos.
- Si desea disfrutar de su sexualidad sin preocuparse por un embarazo no deseado.
- Si él y/o su pareja no desean o no pueden utilizar otro método anticonceptivo.
- Si Ud. desea evitarle a su pareja el mayor riesgo y la mayor tasa de falla de la ligadura tubaria.
- Si su pareja presenta alguna enfermedad que pudiera complicarse frente a un embarazo.
- Si Ud. no desea arriesgarse a transmitir una enfermedad hereditaria conocida.
Reversibilidad
El doctor Pizzi señala que incluso la decisión más pensada es susceptible de ser reconsiderada en el futuro y, a pesar de que la vasectomía está diseñada para ser permanente, diferentes circunstancias pueden hacer que un paciente quiera revertir el procedimiento.
«Las opciones para un hombre vasectomizado que quiere tener hijos son básicamente dos: la cirugía de reversión de la vasectomía con reconstrucción del tracto genital y la extracción quirúrgica de espermatozoides, desde el testículo o el epidídimo, para ser usados en técnicas avanzadas de fertilización asistida», acota.
El especialista aclara que tomando en cuenta que los espermatozoides solo constituyen alrededor del 1% del semen, en general, no se produce ningún cambio en el volumen ni el aspecto de éste. «La cirugía no afecta la masculinidad, los niveles de hormona masculina o testosterona, la libido o deseo sexual, ni la capacidad de erección u orgasmo. De hecho, la mayoría de los pacientes refieren una mejoría en sus relaciones sexuales, producto de que ya no deben preocuparse de un embarazo no deseado, lo que genera una actividad sexual más espontánea y relajada», enfatiza.
De acuerdo con la legislación vigente, los hombres que deseen someterse a una vasectomía deben ser mayores de 18 años y encontrarse en posesión de sus facultades mentales.
Técnica sin bisturí
La técnica denominada «no scapel vasectomy» (vasectomía sin bisturí) fue desarrollada en 1974 por el Dr. Li Shunqiang, del Instituto Chongqing de investigación Científica en Planeamiento Familiar de China, siendo luego introducida en 1985 por el Dr. Marc Goldstein en New York, desde donde se masificó hacia el resto de Estados Unidos y occidente. Desde 1974, más de 15 millones de hombres en todo el mundo han optado por una vasectomía sin bisturí.
La técnica de vasectomía sin bisturí corresponde a una cirugía realizada mediante un instrumental quirúrgico especializado. «Las pinzas y fórceps Li Brand © son los únicos instrumentales quirúrgicos usados y probados en la mayoría de los estudios de vasectomía sin bisturí publicados en China, Tailandia, EE.UU. y España». detalla el especialista.
Este instrumental sirve para aislar de manera exclusiva el conducto deferente, lo que genera un menor traumatismo de los tejidos. «De esta manera, el paciente experimenta menos dolor, una recuperación más rápida y se expone a una menor tasa de complicaciones comparada con la técnica tradicional, como ha sido demostrado en innumerables estudios a nivel mundial», menciona.